martes, 23 de febrero de 2016

UN KIOSQUERO CON FANTASÍAS SUICIDAS IV

Me acosté pensando que a la mañana siguiente podría no despertar más. Me desperté con la horrible sensación en el cuerpo de que algún día eso va a pasar. El tiempo que duermo, ni aun si sueño, es incierto.

viernes, 12 de febrero de 2016

UN KIOSQUERO CON FANTASÍAS SUICIDAS III

Cima del Cerro Uritorco
Mientras escribo y pienso que ayer pude hacerlo, tiemblo sin querer. Mi cuerpo tiembla y no lo puedo controlar y ahora tiemblo más cuanto más pienso. Un juego de palabras, quizá ni yo entienda mañana si vuelvo a leer. El trabajo es la muerte, automático, el lugar de cada cosa, una frase, y el «qué más». Y nunca falta una vieja que me devuelve al mundo con su anillo a punto de romper el vidrio. Y pensé: nacer es el regalo más egoísta que pueden hacernos. De ahí cualquier regalo tiene esa marca.

viernes, 5 de febrero de 2016

EL CAOS DEL ORDEN

Todo está en orden, no hay nada fuera de lugar. Salvo por un detalle que advertís al final de la tarde, cuando por fin te disponés a descansar esos quince minutos de gloria antes de que lleguen los destructores de hogar.

martes, 2 de febrero de 2016

UN KIOSQUERO CON FANTASÍAS SUICIDAS II

Lo más triste del paso del tiempo es la capacidad que tengo de acostumbrarme a perder. Y lo peor: cada vez molesta menos. Tengo el cuerpo dolorido, me arrepiento de no elongar aunque tenía la excusa de la derrota. La gran ventaja de la derrota por sobre la victoria; hasta se ve con malos ojos festejar. Gracias a los perdedores la victoria se vive con culpa.